Me llamo Rafa y soy motero desde mucho antes que ingeniero, pero ingeniero industrial al fin y al cabo.
Todo empezó hace dos años cuando un par de amigos me hablaron del mundo café racer. Empecé a ver fotos de motos transformadas, webs de constructores, etc.. y me ilusioné, tanto que decidí hacerme mi propia moto.
Busqué opciones de segunda mano asequibles y finalmente opté por una preciosa SUZUKI GSX750 Inazuma, una moto con motor SACS irrompible, pero de ventas muy testimoniales en nuestros país.
Durante más de seis meses estuve buscando transformaciones de este modelo pero todas eran como muy agresivas y no iban mucho con mi estilo. Así que elegí un camino algo más arriesgado y me decanté por una línea más scrambler. Llegaron los bocetos, la búsqueda de accesorios, de taller…fue un período muy divertido la verdad.
El resultado fue lo que yo llamo Olga Inazuma, una ilusión hecha realidad, una moto única, mi moto, diseñada por mí en cada detalle. Te aseguro que vale mucho la pena!!
…pero ahora quedaba lo más complicado, sobre todo por la desinformación y desconocimiento que todos tenemos: HOMOLOGAR!! Desde el minuto 1 tenía claro que era algo a hacer, quería circular tranquilo, poder tener la ITV al día y lo más importante, estar cubierto por el seguro.
Como ingeniero que soy, veía que no tenía sentido pagar a un tercero por la homologación, así que decidí hacerme autodidacta, formarme. Dos cursos y muchas horas de estudio después ya tenía el proyecto de Olga hecho, pero por el camino, gracias al boca a boca, me surgieron tantos clientes, que opté, movido más por la ilusión que por el dinero, por montar MOTORINGENIERA.
Paralelamente, casi desde el principio, mi amigo Carlos fue despertando en mí la curiosidad por las clásicas para convertirlas en vehículos históricos, si bien era algo a lo que en principio no pensaba dedicarme dado que me gusta dar pasos certeros y estar preparado antes de afrontar un nuevo reto, y se trataba de un mundo, el de las históricas, absolutamente desconocido para mí y como decía mi madre: el que mucho abarca poco aprieta…por lo que me daba bastante respeto.
Pero a los que nos gustan las motos tenemos ESA moto en la memoria de cuando éramos pequeños. Yo por ejemplo recuerdo con especial cariño la Vespino GL roja de mi tía y la Lambretta de mi abuelo, y por supuesto la Variant SL plata de mi hermana, con la que empecé a disfrutar en esto de ir sobre dos ruedas con motor; así que consideré que es una suerte poder ayudar a todas las personas que quieren poner a circular legalmente ese vehículo especial en su memoria y decidí incorporar las motocicletas históricas a mi cartera de servicios. Tal y como pasó con la Suzuki, mi primera histórica fue mi Vespino GL roja que podrás ver en directo si vienes a mi local.
Y esta es mi historia, tan casual como sencilla.